Jamón y tiempo, una pareja feliz
Para que un jamón tenga su punto óptimo necesita tener su tiempo de preparado. Acelerar ese proceso es sencillamente hacer un producto diferente. Un jamón de bellota tarda nada más y nada menos que 5 años desde que nace el cerdo hasta que el jamón acaba en nuestra isla del jamón de nuestras tiendas. En el camino de la excelencia no se pueden tomar atajos.
En Enrique Tomás nos tomamos el tiempo muy en serio para garantizar una buena curación, siempre dependiendo de la merma, la perdida de peso que va perdiendo el jamón mientras se va curando.
Generalizando, nuestro jamón Gran Reserva Enrique Tomás tiene 12 meses de curación, el Ibérico Enrique Tomás tiene 24 meses y el jamón ibérico de bellota Enrique Tomás tiene 36 meses. Por ello, cuando usted consuma un surtido o un bocadillo de jamón de bellota, que sepa que hemos tardado 3 años y 10 minutos en preparar su plato.