Cómo conservar el queso manchego
El queso manchego es uno de los más populares de nuestra gastronomía, y de los quesos curados en general, y gracias a su sabor es conocido más allá de nuestras fronteras. Todos los años es premiado en el World Cheese Awards, el certamen de quesos más importante del mundo, y saber cómo conservar el queso manchego es esencial para disfrutarlo sin temor a que se ponga malo. Si quieres descubrir cómo hacerlo de manera adecuada.
¡En Enrique Tomás te vamos a enseñar todos los trucos!
Cómo conservar el queso manchego: entero o a cuñas
Lo primero que hay que tener en cuenta es que cuando hablamos de conservación de los alimentos solemos pensar automáticamente en la congelación; sin embargo, este proceso no siempre es necesario. En el caso de los derivados lácteos, hay que destacar que hay algunos quesos que se pueden congelar y otros que no, dependerá del tipo que tengas en casa.
El queso manchego es uno de los que sí resiste a temperaturas bajo cero, pero esto puede afectar a su textura y a su gusto. No hay necesidad de congelarlo o envasarlo al vacío porque al ser un queso con un porcentaje intermedio de humedad y grasa se puede conservar mejor que otros como los bajo en sal, los poco curados o los blandos. No obstante, esto no quiere decir que se pueda guardar de cualquier manera. En Enrique Tomás te vamos a explicar otras alternativas gracias a las cuales podrás mantener tu producto en buen estado hasta dos meses, siempre y cuando la fecha de caducidad no esté próxima:
- Si tienes una bola de queso entera puedes hacer dos cosas; o bien la envuelves con papel encerado o papel film transparente y la guardas en una despensa fría y oscura o bien la pones en la nevera. En ambos casos lo importante es que la temperatura del espacio sea de entre 5 y 10ºC con una humedad de entre el 85 y el 90% pues son las condiciones que necesita el manchego. Si lo vas a guardar en la nevera ten en cuenta además que lo más conveniente es que lo pongas en la parte inferior o incluso dentro de las cajoneras para fruta y verdura.
- Por el contrario, si ya has empezado tu pieza y la tienes en cuñas has de saber que en este caso también se puede guardar en la nevera, pero ni se te ocurra dejarlo en la despensa. Como la corteza del manchego ya la habrás quitado tu producto no estará protegido del calor y podría ponerse blando.
Lo mejor que puedes hacer si lo has comprado envasado al vacío y no lo quieres abrir es guardarlo tal cual en la nevera pero, si ya lo has abierto, tápalo con papel film o con papel de aluminio. No es necesario que cubras todo el queso con este último, con que tapes la parte que has cortado será suficiente. Además, tienes una tercera opción: las quesaderas. Estas fiambreras tienen forma de cuña de queso y cuentan con cierre hermético para impedir que el oxígeno entre en contacto con tu pieza.
Además, si a tu manchego le sale moho no tienes de qué preocuparte. El queso sigue su proceso de curación y como parte del mismo es habitual que le salgan estas bacterias, pero no por ello tienes que tirarlo.
¡Corta este trozo y disfruta del resto!
Como conservar el queso manchego en aceite
Hay otro método por el que puedes optar: la conservación en aceite. Para ello, todo lo que tienes que hacer es coger un tarro de vidrio, acero inoxidable o barro y colocar dentro el queso. En Enrique Tomás te aconsejamos que lo hagas a tacos, pero como prefieras.
En cuanto lo hayas colocado dentro del recipiente, cúbrelo todo con aceite de oliva virgen extra, cierra bien y guárdalo en un espacio cuya temperatura no supere los 20ºC. Después de dos o tres meses estará listo, ¡Y no hace falta que te lo comas deprisa y corriendo porque se mantiene muy bien!
Por lo tanto, ahora que ya sabes cómo conservar el queso manchego, no olvides hacerlo para disfrutarlo como toca evitando que se seque. Guárdalo correctamente y sácalo de la nevera unos treinta minutos antes de servirlo,
¡Se quedará en su punto!