¿Se puede comer jamón congelado en el embarazo?
Muchas futuras mamás se preguntan si se puede comer jamón congelado en el embarazo porque, como es desaconsejable consumir carnes crudas o semicrudas durante la gestación y el jamón ibérico es una de ellas, esperan poder disfrutar de este manjar sin poner en riesgo al bebé.
Pero, ¿te está rondando esta pregunta la cabeza?
¡Pues aquí tienes la solución!
Por qué se recomienda no comer jamón
Lo primero que hay que saber es que si se recomienda no comer jamón es porque con ello se pretende proteger la salud de la mamá y del bebé de enfermedades que durante la gestación pueden ser muy peligrosas, como la toxoplasmosis.
Esta es una afección parasitaria que puede contraerse al comer carnes crudas o semicrudas, beber agua en mal estado o al manipular heces de gato y, aunque muchas mujeres pueden haberla padecido a lo largo de su vida y no haberse dado ni cuenta, durante el embarazo se vuelve muy peligrosa porque pone en riesgo a la mamá y al bebé.
Si durante estos nueve meses el organismo de la madre se viera expuesto al parásito de la toxoplasmosis y lo contrajera podría sufrir problemas de salud e incluso el feto podría contraer toxoplasmosis congénita, lo cual puede producir fiebre o diarrea pero también otras complicaciones más graves como ceguera.
Las medidas que hay que tomar
Para saber si la mamá tiene los anticuerpos que la protegen de la toxoplasmosis o no su doctor la somete durante las primeras semanas de gestación a un test que determinará a qué tipo de enfermedades está más expuesta.
Si la mujer en cuestión ya ha pasado la toxoplasmosis no hay ningún riesgo y puede comer jamón o embutidos tranquilamente. Sin embargo, ¿Qué ocurre si no la ha pasado?
Es en estos casos cuando las mamás se preguntan si se puede comer jamón congelado en el embarazo pues sometiendo la carne a temperaturas bajo cero se puede matar al parasito.
Pero, ¿es cien por cien seguro? No, por eso se desaconseja hacerlo.
Consejos básicos
Como más vale prevenir que curar suele recomendarse cortar por lo sano y evitar el jamón y los embutidos durante el embarazo, por muy ricos que estén. Además, hay que tener en cuenta que la congelación es un proceso de conservación que acaba con los matices y la textura del ibérico, chorizo, salchichón o lomo y, como maestros del jamón que somos y de toda la cultura que lo envuelve, queremos proteger la calidad de nuestros productos estrellas.
Para hacer cada pieza se ha necesitado mucho tiempo, mimo y dedicación y si congelas la carne mandarás todo el trabajo de los maestros jamoneros al traste. Créenos, no queremos que pase esto.
A fin de proteger a la mamá, al bebé y, por supuesto, garantizar el disfrute del ibérico y los embutidos, en Enrique Tomás recomendamos no congelar la pieza y, puesto que el embarazo solo son nueve meses, renunciar temporalmente a esta exquisitez. Si quieres puedes prepararte bocadillos de jamón cocido, pavo o queso. Eso sí, si quieres hacerlos de queso ten en cuenta que no tiene que ser fresco.
Por lo tanto, ¿se puede comer jamón congelado en el embarazo? Si no has pasado la toxoplasmosis y te han recomendado no comer jamón, será mejor que hagas caso.
Piensa que solo tienes que estar sin tomártelo nueve meses, ¡Cuando nazca el bebé podrás volver a disfrutar de él!