Cómo conservar un jamón en casa sin empezar
Si tienes un buen jamón ibérico en casa, no lo pienses mucho, ¡comienza a disfrutar del placer de comerlo cuánto antes! Y es que ante tal manjar es difícil resistirse mucho tiempo.
Pero si estás esperando una ocasión especial para abrirlo y disfrutarlo con los tuyos, seguro que te preguntas cómo conservar un jamón en casa sin empezar.
Pues bien, en Enrique Tomás queremos ayudarte, por eso compartimos contigo toda nuestra sabiduría y pasión jamonera para explicarte cómo mantener adecuadamente este producto para que, cuando decidas abrirlo, esté tan delicioso como el primer día.
Conservar un jamón en casa sin empezar de la mejor manera
Primero que nada queremos destacar que en nuestras bodegas contamos con las condiciones exactas de luz, temperatura y humedad que necesita cada jamón, pero en casa es difícil reproducir el mismo ambiente, temperatura sin fluctuaciones, oscuridad constante.
Para evitar que los matices de sabor de la pieza se vean afectados, lo mejor es que abras y disfrutes tu jamón cuanto antes; nosotros no recomendamos esperar mucho (en cuanto antes, mejor) y si no encuentras el momento ideal para hacerlo entonces llévalo a una tienda especializada a que te lo loncheen y envasen al vacío, de esta manera lo conservarás durante más tiempo y con mayor facilidad.
Pero si lo que quieres es tener tu pata entera, empezarla en unos días y poder cortarla tú mismo como todo un maestro jamonero, entonces lo primero que tienes que hacer para conservar un jamón en casa sin empezar es quitarle todo el envoltorio con el que viene envuelto.
Luego debes dejarla colgada en un lugar fresco (entre 15 y 21ºC), seco y oscuro, sin una luz ni fuente de calor directo.
¿Qué parte de la casa puede ser el lugar más idóneo?
Evidentemente, el salón, las habitaciones y el baño quedan descartados y la cocina, aunque a priori podría parecer un lugar adecuado, tampoco es ideal pues los cambios de temperatura no son buenos para el curado.
En Enrique Tomás te recomendamos que busques un lugar fresco y seco que esté alejado de la luz solar.
Por lo tanto, el espacio más recomendable es la despensa, un armario para la comida, un trastero o incluso el garaje, siempre y cuando puede haber esa temperatura recomendable de 15 a 21ºC.
Asimismo, conviene tener el jamón colgado desde la pezuña, es decir, en posición vertical. De esta forma te asegurarás de que toda la pieza esté expuesta al aire de la misma manera.
Por último, ten en cuenta que no hace falta engrasar el jamón. El curado ya tiene su propia capa de grasa, el tocino, y esta se encarga de mantener tierno el jamón. No hace falta que le añadas ningún producto más.
Conservación una vez que lo empiezas
Si finalmente ha llegado el día en el que estáis listos para hincarle el diente a esta delicia, entonces es importante tener en cuenta las recomendaciones para mantenerlo apropiadamente una vez abierto.
Por eso en Enrique Tomás te sugerimos que:
- Guardes la pieza en un lugar seco y preferiblemente oscuro, pues al igual que el jamón sin empezar, una vez que comenzamos a cortarla resulta importante mantener una temperatura estable para evitar que el sabor se vea afectado.
- Tapes la pata con un trapo que no suelte pelusa, esta es la mejor forma de protegerla del exterior o un film transparente y evitar que la carne se seque tan rápido.
Bajo ninguna circunstancia tapes el jamón con su propia grasa, pues la misma podría aportarle a la zona un sabor rancio, ya que en contacto con el aire se oxidará y luego la primera loncha, no resultará agradable al paladar.
-
No pongas aceite en la pieza de jamón, este proceso es completamente innecesario. Solamente te recomendamos poner un poco de aceite vegetal como el de girasol, si se ha creado una capa blanca de moho (esto no es malo, es una reacción normal por el contacto del jamón con las fluctuaciones de la temperatura y de la propia curación).
Si al cortar las próximas lonchas notas que la zona está seca, retírala con el cuchillo y úsala para cocinar: en unas buenas croquetas, con unos espárragos a la plancha o una crema o con unas setas salteadas, ¡anda que no hay recetas para aprovechar este trozo de jamón!
- Y por último, pero no menos importante, disfruta de este producto con amigos y familiares. Un buen jamón es para compartirlo y consumirlo rodeado de gente querida, así podréis disfrutar de todos sus sabores y matices sin que el paso del tiempo los afecte.
Una vez que decidas que no quieres cortar más lonchas de la pieza, puedes llevarla a una tienda especializada para que un profesional la corte y envase al vacío, así seguiréis disfrutando de este producto en casa pero de forma más cómoda.