Cómo presentar un buen plato de jamón y lucirte
El jamón es uno de esos ingredientes que nunca debe faltar en una ocasión especial, ya sea un aniversario, una celebración familiar o cualquier otro tipo de reunión.
Emplatar como es debido este ingrediente es tan importante como elegirlo correctamente así que si te estás preguntando cómo presentar un buen plato de jamón, en Enrique Tomás vamos a decirte todo lo que necesitas saber para que te quede exquisito, desde cómo tiene que estar cortado hasta qué temperatura necesita.
Consejos para saber cómo presentar un buen plato de jamón
Para explicar cómo debe ser la presentación de un jamón vamos a tener en cuenta tres aspectos para la presentación de platos de jamón:
- Imagen
- Corte
- Temperatura
Imagen del jamón
Los maestros jamoneros suelen servir su producto estrella en platos blancos pues así no habrá ningún elemento visual, como por ejemplo el estampado de la fuente, que le quite protagonismo.
Además, el curado, ya sea Gran Reserva, jamón ibérico o ibérico de bellota 100% -popularmente conocido como pata negra- tiene que colocarse en el plato de manera circular, de fuera hacia dentro.
Corte del jamón
Lo primero que tienes que tener en cuenta es el grosor y la longitud de las lonchas. Aunque compres el mejor jamón del mundo si no lo fileteas como es debido, no disfrutarás de todo su sabor.
La costumbre hace que asociemos la idea de comer jamón con la imagen de una pata o una paletilla pero hay que tener en cuenta que, si no sabemos cómo cortarlas, las podemos echar a perder. Aprender a cortar jamón es posible gracias a los cursos de corte pero, si no tienes tiempo, puedes comprarlo ya loncheado.
En este sentido, hay que tener en cuenta que en Enrique Tomás tenemos tanto piernas enteras como jamón loncheado e incluso si quieres puedes elegir tú la pierna y que te la preparemos por raciones.
Las ventajas que obtienes son varias; por un lado, te aseguras de que el jamón no se seque, pues al estar envasado al vacío se conserva mejor, por otro lado además sabes que cada porción de jamón tendrá el grosor exacto.
Nuestros maestros jamoneros cuentan con más de treinta años de experiencia a sus espaldas y, ya sea cortado a cuchillo o a máquina, le darán justo lo centímetros que cada lámina necesite.
En relación a la grasa, hay mucha gente a la que no le gusta el tocino pero este juega un papel relevante en la conservación del jamón.
Además de ralentizar el proceso de secado y oxidación de la carne, el tocino protege a este alimento y evita que esté menos expuesto a la temperatura o a la humedad. Así pues, será mejor que sirvas tanto la carne como la grasa y ya luego cada cual si quiere que se la quite.
Temperatura del jamón
El tercer aspecto que hay que tener en cuenta es la temperatura, tanto la del plato como la del propio jamón. Es importante que el curado tenga justo la que necesita; por ejemplo, si tienes la pierna en la cocina, lo conveniente es que el entorno sea seco y esté entre los 23ºC y lo 25ºC.
En el caso de que hayas decidido comprar el jamón loncheado, tienes que saber que no hace falta que lo guardes en la nevera, bastará con que lo tengas en la despensa, siempre y cuando esté seca.
El loncheado además no hay que abrirlo y comer inmediatamente sino que hay que esperar un par de minutos. Sabrás que las lonchas están en su punto exacto cuando, de manera natural, se separen las unas de las otras.
Respecto a la temperatura del plato, hay quienes piensan que es mejor ponerlo en la nevera, dejar que se enfríe y luego colocar encima el jamón pero este proceso es contraproducente.
Solo un plato a temperatura ambiente ayudará a que las lonchas se desprendan mejor las unas de las otras.
Llegados a este punto, ya conocemos todos los detalles que hay que tener en cuenta para saber cómo presentar un buen plato de jamón pero, ¿se sirve solo? Por supuesto que no.
Con qué acompañar un buen plato de jamón
Tienes dos soluciones; la primera es el pan y la segunda son los picos sevillanos. Si decides que vas a acompañar tu jamón con pan, no olvides bañarlo con un poco de tomate rallado o con aceite de oliva.
Compra pan del día, tomate natural en alguna verdura cercana y utiliza el mejor aceite virgen extra.
¡El jamón solo puede ir acompañado de ingredientes de primera!
Los picos, por su parte, tienen un sabor neutro y son perfectos cuando, además de comer jamón, vas a degustar algún otro tipo de embutido o incluso queso.
Al comer uno de estos bastoncitos tu paladar recuperará su sensibilidad original y solo así podrás disfrutar del auténtico sabor del siguiente bocado. ¡Notarás absolutamente todos los matices!
¿A qué estás esperando? Disfruta del curado y cuida cada detalle, ¡Es un auténtico manjar!