El afilador es clave para mantener tus cuchillos en óptimas condiciones. Con una longitud de unos 30 cm y hoja redondeada, su uso es sencillo: solo mueve el cuchillo hacia arriba y hacia abajo con un movimiento de ida y vuelta.

Recuerda limpiar el afilador después de cada uso y guardarlo con cuidado. No es necesario afilar el cuchillo después de cada uso, pero sí es recomendable hacerlo de manera periódica. Además, de vez en cuando, lleva tu cuchillo jamonero a un profesional para un afilado adecuado y prolongar su vida útil.

La puntilla es esencial para trabajar con jamones. Su hoja alargada y rígida te permite quitar la corteza de grasa y marcar alrededor del hueso, facilitando el corte o deshuesado. Es un cuchillo imprescindible y el primero (y posiblemente el último) que necesitarás en estas tareas.

El cuchillo jamonero, de unos 30 cm, es el clásico para cortar jamón. Su hoja afilada y en punta requiere precaución al usarlo. Recuerda mantener siempre la mano por encima de la zona que estás laminando para evitar cortes.

La elección del jamonero depende de tus preferencias y la pieza que vas a cortar. Si prefieres paleta, un jamonero pequeño o mediano es suficiente. Para un jamón grande, se necesita un jamonero más robusto. En Enrique Tomás ofrecemos tres tipos de jamoneros adaptados a diferentes necesidades y presupuestos.