Las mejores partes del cerdo ibérico
En Enrique Tomás nos regimos por una máxima: del cerdo, hasta los andares. Y, como es de esperar, ¡Nos encanta consumirlo absolutamente todo! Las mejores partes del cerdo ibérico, o al menos las que más se consumen, son las costillas, la panceta, el lomo, las patas (que se utilizan para hacer jamones y paletillas) y el morro. A continuación, las explicaremos una por una.
¡Vamos allá!
Estas son las mejores partes del cerdo ibérico
Costillas
Como su propio nombre indica, son las costillas del cerdo y se pueden comer de mil maneras diferentes. En España se suelen incluir en guisos o hacer a la parrilla con sal mientras que en otros países, como en Estados Unidos, se suelen condimentar con salsa barbacoa.
Panceta o tocino
Es otro de los muchos cortes de cerdo protagonistas de cualquier barbacoa que se tercie y es la carne que se obtiene directamente de las capas que se encuentran bajo la piel del cerdo. Es un producto muy grueso que suele utilizarse como ingrediente en el cocido o en diferentes tipos de arroces, como el arroz al horno. Además, se puede hacer a la parrilla y si lo tomas con pan con alioli, verás. ¡Se te caerá la baba!
Filetes de lomo
esta carne se extrae directamente de la zona situada en el lomo del cerdo, como su propio nombre indica, y es la pieza que se encuentra entre el espinazo y bajo las costillas. La cinta de lomo es un corte entero que se puede preparar a filetes para cocinar asados y gracias a la cual también se prepara el lomo ibérico. Este último es uno de los embutidos menos manipulados que hay, pues basta con condimentar la carne del lomo, embucharla y dejar que se cure. Después de unos dos meses, el lomo embuchado estará listo.
Morro
Es una de las carnes que se extraen de la cabeza y que se suele comerse asada en forma de tapa. Es muy fácil encontrarla en bares y restaurantes de toda España y está tan crujiente...
¡Que solo de pensarlo nos entra hambre!
Jamones
Son el producto estrella de la gastronomía española y se producen gracias a las patas traseras de los cerdos ibéricos. El sabor de los jamones ibéricos es muy particular pues, a diferencia de los que se obtienen de otros cerdos de raza blanca, es mucho más jugoso gracias a la infiltración de grasa en el músculo. Puede ser de tres tipos según la alimentación que sigan los cerdos: de cebo, de campo o de bellota y este último es el considerado el de mayor calidad. Este manjar suele comerse crudo acompañado de un poco de pan con aceite, pero también puede incorporarse en diferentes guisos, como las lentejas o las croquetas de jamón.
Paletas
Son la carne curada que se produce gracias a las patas delanteras de los cerdos y lo que las hace diferentes de los jamones es, además de la zona del cerdo de donde se extraen, su sabor, que es más intenso. El proceso de curación que se sigue para obtenerlas es el mismo que en el caso de los jamones, pero un poco más corto. Además, las lonchas de paleta también se comen entre pan o guisadas.
¿Qué más partes del cerdo me tengo que comer sí o sí?
Además de los cortes del cerdo que ya hemos mencionado, hay otras dos piezas de carne que son igual de deliciosas: el chorizo y el salchichón. No son cortes propiamente dichos, sino que se producen gracias a la mezcla de carnes obtenidas de diferentes partes del ibérico y, una vez están integradas, se adoban con especias –pimentón rojo en el caso del chorizo y pimienta negra en el caso del salchichón–. Al igual que el jamón y las paletillas, se comen crudos o en guisos, especialmente el chorizo que en España se utiliza como ingrediente principal de las lentejas o la fabada entre otros muchos platos.
Dicho esto, ahora que ya sabes cuáles son las mejores partes del cerdo ibérico, ¿Cuál es la que te vas a llevar a la boca?
¡Vas a disfrutar como nunca!