diferencia entre queso curado y madurado

Diferencia entre queso curado y madurado

El queso es un lácteo muy habitual en nuestra dieta y es que, ¡está buenísimo! Los hay frescos o madurados; de oveja, de vaca, de cabra o de búfala, más cremosos o menos, y es que la variedad de tipos y sabores es tan amplia que podríamos estar semanas comiendo sin repetir ni una sola vez.

Pero, ¿sabes cuál es la diferencia entre queso curado y madurado?

En Enrique Tomás nos apasiona el jamón, pero también nos encanta el que y te lo vamos a explicar para que cuando organices tu siguiente cata de vino y quesos, ¡dejes sorprendidos a tus invitados!

 

¿Cuál es la diferencia entre queso curado y madurado?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que podemos aglutinar los quesos en frescos o madurados según el tiempo que estén curándose en los secaderos. Cuando mayor sea el periodo de curación, más graso e intenso será nuestro producto final y menos agua contendrá.

Aclarado esto, vamos a verlos detenidamente:

 

Quesos frescos

Aquellos que conocemos como quesos frescos son los que están listos para devorar nada más son producidos pues, a lo sumo, tienen que estar curándose durante un máximo de siete días si pesan más de 1,5 kg.

Este tipo de quesos tienen que ser consumidos inmediatamente pues se ponen malos en seguida y hay que guardarlos siempre en la nevera, a poder ser dentro de una fiambrera hermética.

Algunos de los más populares son la mozzarella, el queso de Burgos o el queso Feta, y son más saludables porque contienen menos grasas y menos sal.

 

Quesos madurados

Por su parte, los quesos madurados son todos aquellos que requieren un proceso de curación de entre 105 y más de 270 días, es decir, si son de 1.5 kg. de peso o más como mínimo necesitan cuatro meses de maduración para estar listos.

Según como sea de largo este periodo podemos diferenciar entre curados, viejos y añejos. Los curados necesitan alrededor de 100 días, los viejos unos 180 y los añejos un total de nueve meses o más.

Como ya hemos mencionado anteriormente, estos quesos son más grasos, secos y fuertes que los frescos y una de sus principales ventajas es que puedes conservarlos durante un periodo de tiempo más largo que los frescos.

Por ejemplo, si tienes una bola entera y no la has abierto, no pasa nada, puedes esperar un poco más porque la corteza va a proteger a tu producto. No obstante, si ya lo has empezado, la cosa cambia. En este caso es importante aislarlo bien dentro de una fiambrera hermética y guardarlo también en la nevera.

Aunque va a durar más que uno fresco, es conveniente que te lo comas tan pronto como puedas porque, de lo contrario, puede aparecer moho por la humedad. Si esto llegase a suceder y solo está en la superficie, corta esa parte y listo, ¡El resto del queso estará igual de rico!

Los más populares son el manchego, el pecorino o el parmesano.

 

Quesos semicurados

Mención aparte merecen los quesos semicurados, una variedad que no termina de ser ni fresco ni madurado. Para estar en su punto requieren un total de 35 días si pesan más de 1,5 kg. y uno de los que entra en la clasificación de quesos semicurados es el queso de cabra al pimentón.

Por lo tanto, ¿Cuál es la diferencia entre queso curado y madurado? Pues, como habrás podido ver, los curados son una de las tres variedades de queso madurado que hay, la que menos tiempo necesita.

Y, ahora que ya lo sabes, ¿Qué te parece hacer una degustación de las diferentes variedades que hay?

¡Te vas a poner las botas!

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