¿El queso de cabra aumenta el colesterol?

Tener colesterol alto significaba hasta hace poco tener que restringir la dieta y renunciar a muchos alimentos que para algunos de nosotros son imprescindibles en nuestro día a día, como el queso.

Hasta ahora se consideraba que tomar queso de cabra aumenta el colesterol; sin embargo, estudios recientes han demostrado que no es así.

¡En Enrique Tomás te vamos a explicar esto con detalle!

El queso no afecta al colesterol

Según un estudio elaborado por la Federación Española de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) coordinado por el doctor Emilio Ros, miembro del servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Clínic de Barcelona, el consumo de queso ayuda a reducir la tensión arterial y no afecta a la colesterolemia como se creía hasta ahora.

La razón que explica este cambio es que los expertos han demostrado que los lácteos fermentados ricos en grasa no son perjudiciales. La investigación demuestra que “respecto a los lácteos, hay evidencias que dejan clara que la grasa saturada que contiene es neutra o incluso reduce ligeramente el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular y diabetes”.

Según La Vanguardia, el doctor Ros añadía: “la moderación y la variedad son la base de la nutrición”. Por lo tanto, lo bueno y breve, ¡dos veces bueno!

Entonces, ¿El queso de cabra tiene colesterol?

No, como ya hemos visto en el mencionado estudio el efecto del consumo de queso no es nocivo para el colesterol, independientemente del tipo que sea este. No obstante, unos son más beneficiosos para la salud que otros y este es el caso de los quesos de cabra.

Sus propiedades son:

Son bajos en grasas, calorías y colesterol: tienen menos calorías y grasas saturadas que los quesos de vaca y esto los hace más recomendables para dietas bajas en grasa y colesterol.
Nuestro organismo los digiere con mayor facilidad: la leche de cabra tiene menos lactosa y partículas grasas que la leche de vaca lo que hace que este tipo de quesos sean ideales para niños y personas con problemas gástricos o intolerancias.
Están lleno de nutrientes: contienen vitamina A, D, K, potasio, hierro y fósforo, entre otros, y su contenido en sodio es bajo. Todo esto los hace más recomendables que los quesos preparados a base de leche de vaca y son incluso aconsejables para combatir la anemia o algunos problemas respiratorios.

Contienen altos niveles de probióticos y menos hormonas

Ayudan a mejorar la flora intestinal y el sistema inmunológico. Además, hacen que el calcio se absorba más rápido y sintetizan la vitamina B. Los niveles de hormonas y aditivos de estos quesos son inferiores que los que se encuentran en los elaborados con leche de vaca.

Por lo tanto, no tienes que renunciar al queso de cabra porque no solo no es malo para el colesterol, sino que es incluso bueno para nuestro organismo.

En 2016 el queso Oveja Grazalemeña Emborrado recibió el título de tercer mejor queso de España y cuarto del mundo según el certamen World Cheese Awards celebrado en aquella ocasión en San Sebastián. Este queso fue el primero en el TOP 5 de 2016 elaborado a base de leche de cabra y, ahora que ya sabes esto, puedes disfrutar de él o de otros, como el queso de cabra semicurado, el queso semicurado de leche de cabra, oveja y vaca o el queso suizo Tetê de Moine.

Tetê de Moine de Enrique Tomás