Bodega

La bodega donde se almacena el jamón es un lugar especialmente diseñado y acondicionado para el proceso de curación de esta deliciosa pieza de carne.

La temperatura y la humedad en la bodega deben ser controladas de forma rigurosa para asegurar que el jamón se cure adecuadamente. Por lo general, la temperatura en la bodega debe mantenerse en torno a los 15-20 grados Celsius, y la humedad relativa debe oscilar entre el 60% y el 80%.

Además, es importante que la bodega esté libre de olores y contaminantes que puedan afectar el sabor y la calidad del jamón. Por ello, en algunas bodegas se emplean técnicas de ventilación y filtración para mantener un ambiente limpio y puro.

En la bodega, el jamón se cuelga de ganchos o estanterías para que pueda curarse lentamente durante varios meses o incluso años. Durante este proceso, la grasa del jamón se descompone y se funde con la carne, lo que le da al jamón su característico sabor y aroma.

En definitiva, la bodega es un lugar crucial en el proceso de elaboración del jamón, ya que en ella se crean las condiciones ideales para que el jamón se cure adecuadamente y alcance su punto óptimo de sabor y textura.